domingo, 6 de enero de 2008

Barricadas

Sin duda
muchas otras circunstancias
contribuyen al hundimiento.
No es la menor de ellas
sumergirme cada día en tu invención,
como un amnésico.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay tantas cosas que quisiéramos olvidar y nos regresan a la memoria como una inoportuna flecha envenedada, otras las recordamos y nos dejan indiferentes. Pero a menudo, hemos huído o queremos huir de los recuerdos que más falta nos harían. Es como tener delante a la persona que te demuestra sin cesar que te quiere, pero tú, pérfido agujero negro memorístico, a penas la sientes.
Recordar nos es útil, pero a menudo duele. No recordar, a veces es más sencillo, pero hiere a los demás.
¿Por dónde empezar? ¿Yo, los demás? ¿No habéis deseado nunca despertar un día y no daros cuenta de que os habéis reencarnado en la mente de un oligofrénico?

Elgerbo dijo...

Si parece que te sirve de consuelo un poco oligofrenico si eres maño.
Siempre hablais de recuerdos y huidas. Creo que ya toca hablar del ahora y del coger el toro por los cuernos.
Arrepientete de las cosas que has hecho y no de las que podrias haber hecho.