domingo, 30 de diciembre de 2007

Antipoética

Leo en el periódico
-sección cultura-
que poco a poco cierran
las salas de cine
y en los centros comerciales
se abren multicines
para cubrir la demanda.

También leo
-suplemento de naturaleza,
especial sobre abejas-
que la única función
del zángano en la vida
es aparearse con la reina
para caer fulminado
un instante después.

Ambas historias
tienen algo de sugerente
y se me ocurren
al menos
un par de maneras
de casarlas
en un final efectista
sobre la vida moderna,
pero en este
poema
todo es incierto
y dejo la moraleja
a discreción del lector.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Defectos en la técnica del avestruz

Para Elena,
que está cerca y está lejos

Mátala.
No merece vivir.
Asomará la cabeza
en cualquier
momento
y nos verá.
A veces sucede.
Algunos ejemplares
escapan.
Son curiosos,
pero se asustan
y echan a correr.
Así que no dudes.
En cuanto te vea,
apunta
entre los ojos
y dispara.
Con seguridad.
Un tiro seco.
Sin reparar
en su mirada.
NO LA MIRES
o bajarás
la guardia,
tal vez solo
un instante,
ya ha ocurrido,
somos débiles,
benevolentes,
imaginamos
un alma
tras cada mirada.
Pero no la hay
y ella huirá.
Será libre.
Para marchar
sin rumbo,
desorientada,
hambrienta,
y morir
en cualquier cuneta,
atropellada
por un conductor
dominguero.
Piénsalo.
No merece
un destino así.
Tampoco nosotros
nos lo merecemos.
Hemos invertido
mucho tiempo,
tanto cariño,
por no hablar
del dinero.
Y al menos
dispondremos de su carne.
Y sus plumas
se venden bien
en el mercado.
Desde luego
el que no se consuela
es porque no quiere.
Pero cuidado.
Ya se mueve.
¡La escopeta!
Sosténla con fuerza.
La culata
en el hombro.
El dedo
firme en el gatillo.
¡Ahí está la cabeza!
No falles,
hijo mío,
recuerda quién eres.

domingo, 16 de diciembre de 2007

El valor de vivir


Abandonas de un portazo la patria

callas con esparadrapo a los amigos

y a tu madre la ocultas en un armario
y a tu padre lo olvidas en el trastero

pero recuerdas con nostalgia

la librería donde encontraste
aquel volumen de originales de Pla,
el bar donde jugabas mahjong
entre cañas de cerveza, y perdías,
el desayuno que olía tan bien cada mañana
cuando el sol se asoma a los cristales.

Estás donde querías estar; todo tiene
un precio,

la vida te cobra en ausencia,
la literatura en honestidad.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Poema de anhelo

Para Anna



En tromba y caimán
aguador de ropa vieja,
si te digo el tacto
de la palabra incierta
o su imagen engañosa,
qué motivo me retendrá
a la intemperie de tu guerra,

Derribar los escombros
que sitian su mirada;
penetrar la jerga
que confunde sus labios;
ocupar casi a ciegas
hasta la última morada.

En tromba y caimán
aguador de ropa vieja,
se siente en paradoja
del verso que nos siembra
a la sombra de tus yermos
la voz muy gastada
del deseo que me alienta.