leve... o más que anodino
retorcidamente enclenque,
mi deseo por la vida que ya vivo
mi honda... maratoniana ignorancia de
las cosas
mi pasión santa por un instante
cualquiera en que sí o no existir
todo como yo no puedo ni quiero querer
ni poder
todo astutamente dispuesto
por un enemigo que me cuesta bien poco
imaginar y que no
tiene nombre... nunca tiene nombre
nada
hasta que ya es demasiado tarde