domingo, 16 de diciembre de 2007

El valor de vivir


Abandonas de un portazo la patria

callas con esparadrapo a los amigos

y a tu madre la ocultas en un armario
y a tu padre lo olvidas en el trastero

pero recuerdas con nostalgia

la librería donde encontraste
aquel volumen de originales de Pla,
el bar donde jugabas mahjong
entre cañas de cerveza, y perdías,
el desayuno que olía tan bien cada mañana
cuando el sol se asoma a los cristales.

Estás donde querías estar; todo tiene
un precio,

la vida te cobra en ausencia,
la literatura en honestidad.

5 comentarios:

Anfibius dijo...

siempre te quedará hobbiton, hombre...

Joan de Peiroton dijo...

Vaya, Mika! Cómprate una lámpara, y pronto, te digo!
Ese consejo dicho, agradecemos a Doña Nostalgia por esos versos tan lindos (sin hablar de los para Anna, que aún no sabemos si ella los haya leído...)

Unknown dijo...

Bueno, el tiempo dirá quién los lee. Las dedicatorias tienen su tiempo y su lugar, pero las circunstancias cambian.

Anfisssss, trataba de expresar lo contrario. Ya os contaré.

Anónimo dijo...

ánimo amigo, ya contarás pues

Anónimo dijo...

No seas asi.
El bar de Enrique sigue donde siempre a no ser qeu el sabado 22 toque la loteria del bar y lo cierre por vago (ya sabes, él y sus malas compañias femeninas) asi que en cuanto llegues te bajas a tomarte un algo.
Ademas el mahjong te esta esperando, con sus dragones con boina bien pulidos y en forma.
No veas el set negro superfashion que me he comprado y el tapete wunderbar and uber que me llega de Hiroshima.