Para Anna
En tromba y caimán
aguador de ropa vieja,
si te digo el tacto
de la palabra incierta
o su imagen engañosa,
qué motivo me retendrá
a la intemperie de tu guerra,
Derribar los escombros
que sitian su mirada;
penetrar la jerga
que confunde sus labios;
ocupar casi a ciegas
hasta la última morada.
En tromba y caimán
aguador de ropa vieja,
se siente en paradoja
del verso que nos siembra
a la sombra de tus yermos
la voz muy gastada
del deseo que me alienta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario